NEW LENOX, Illinois -- Cuando de la chimenea de la Capilla Sixtina salió el humo blanco revelando que se había elegido un nuevo papa, John Prevost encendió su televisor en Illinois, llamó a su sobrina y ambos vieron con asombro como se anunciaba el nombre de su hermano.
"Ella empezó a gritar porque era su tío y yo no podía creer que fuera posible, porque está muy lejos de lo que pensábamos que sucedería", dijo el hermano del Papa.
"Me invadió un sentimiento de tremendo orgullo, pero también cómo va a manejar esto, no sólo el sentimiento de orgullo, sino la enorme responsabilidad que ahora recae sobre sus hombros".
El cardenal Robert Prevost, un misionero nacido en Chicago, y miembro de la orden religiosa agustiniana, se convirtió en León XIV, el primer papa estadounidense.
"Es todo un honor. Es algo único en la vida", dijo. "Pero creo que es una gran responsabilidad y que va a conducir a cosas más grandes y mejores, pienso que la gente lo va a observar muy de cerca para ver qué está haciendo".
John Prevost describió a su hermano como alguien muy preocupado por los pobres y por aquellos que no tienen voz.
"Creo que será un segundo Papa Francisco", dijo. "No va a ser ni muy de izquierdas ni muy de derechas. Más bien justo en el medio".
El nuevo papa es el menor de tres hermanos, John es un año mayor que él, y recuerda que cuando niño el Papa era buen estudiante y disfrutaba jugando a pillar, al Monopoly y al Risk.
Desde muy joven, dijo que sabía que su hermano iba a ser sacerdote.
"Una de las señoras del vecindario de enfrente le dijo: 'Tú serás el primer Papa americano', recordó. "Ella lo intuyó a los 6 años. Cómo lo hizo, ¿quién sabe?".
Hasta ahora los dos hermanos tenían contacto telefónico diario, contó John, pero ahora no está seguro de cuánto tiempo tendrá su hermano para hablar al ser el nuevo papa ni cómo mantendrán el contacto en el futuro.