Los expertos en salud no han establecido una relación concluyente entre la conjuntivitis y la nueva cepa. Sin embargo, piden al público que "tome las mismas precauciones sensatas de COVID" para evitar la infección.
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La directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, dijo la semana pasada que el vínculo entre la cepa Arcturus, o XBB.1.16, y la conjuntivitis se basa únicamente en "datos de observación", y aún es demasiado pronto para determinar si la aparición de la nueva cepa realmente está relacionada a tasas más altas de conjuntivitis.
"Los residentes deben ser conscientes de que los ojos rojos, llorosos o con picazón pueden ser una señal de una infección por COVID-19 y estos síntomas no deben descartarse simplemente como resultado del polen o las alergias estacionales, especialmente si alguien más vulnerable a una enfermedad grave podría estar expuesto", dijo el departamento de salud.
Es muy probable que las vacunas y las terapias actuales sigan siendo protectoras y capaces de prevenir enfermedades graves causadas por la nueva cepa, según el departamento de salud.
El departamento de salud dijo que la conjuntivitis puede ser dolorosa, causar picazón y ser altamente contagiosa. Si no se trata, puede dañar la córnea. Históricamente, la conjuntivitis se registraba en el 1-3% de los casos de COVID-19.
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La semana pasada se reportaron tres casos confirmados de la nueva cepa en el condado de Los Ángeles. Según las estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), Arcturus representa el 8% de los casos de COVID en California y el 10% a escala nacional.
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City News Service Inc. contribuyó a este informe.