Pero una serie de nuevos estudios revela que es posible reducir el riesgo de demencia a través de los alimentos que se consumen, y cada comida marca la diferencia.
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"El intestino tiene una gran influencia en la fisiología de todo el cuerpo", afirma el Dr. Hariom Yadav, del Centro de Investigación del Microbioma de la USF.
Y ahora, una nueva investigación muestra que muchas personas pueden aumentar su riesgo de demencia por lo que ponen en su plato.
El principal culpable: los alimentos ultraprocesados, como la comida rápida, papas fritas, comidas congeladas y sodas o refrescos.
Investigadores brasilenos descubrieron que los que obtenían 20% o más de sus calorías diarias en alimentos procesados tenían un descenso cognitivo 28% más rápido que los que comían menos alimentos procesados. Eso significa que, en una dieta estándar de 2,000 calorías al día, 400 calorías de alimentos procesados pueden causar mucho daño.
Pero también hay buenas noticias.
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"Si sigues una dieta adecuada, puedes reducir ese riesgo", afirma Yadav.
Y, si quiere seguir comiendo sabrosos alimentos procesados, asegúrese de seguir comiendo muchos alimentos no procesados, como frutas, verduras y cereales integrales, para combatir el riesgo asociado a los alimentos procesados.
Un estudio del Centro Médico de la Universidad Rush descubrió que quienes siguieron de cerca una dieta centrada en comer verduras, pescado, pollo y cereales integrales durante cuatro años y medio, redujeron su riesgo de padecer Alzheimer en un 53%.
Los expertos afirman que un asombroso 58% de lo que comen los estadounidenses proviene de alimentos ultraprocesados. Incluso las alternativas vegetales, como la carne vegana, están muy procesadas.
Así que, dado que puede ser imposible eliminar los alimentos procesados por completo, los expertos dicen que es mejor centrarse en añadir alimentos no procesados en lugar de eliminar los alimentos procesados.