Dedicó una parte de su discurso a la reforma policial y la violencia armada, con un momento emotivo cuando le pidió a Brandon Tsay que se pusiera de pie.
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Tsay recibió una fuerte ovación.
"Hace dos semanas, durante las celebraciones del Año Nuevo Lunar, el escuchó cerrarse la puerta del estudio y vio a un hombre parado allí apuntándole con una pistola semiautomática", dijo Biden. "Pensó que iba a morir, y pensó en las personas que estaban dentro".
"En ese instante, encontró el valor para actuar y le quitó la pistola semiautomática al hombre armado que ya había matado a 11 personas en otro estudio de baile", continuó Biden.
"Él salvó vidas. Es hora de que hagamos lo mismo. Prohíban las armas de asalto ahora".
Biden se dirigió a una sesión conjunta del Congreso por primera vez desde que los votantes en las elecciones intermedias entregaron el control de la Cámara a los republicanos.
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Al enfrentarse a una nueva realidad de un Congreso dividido en un Washington amargamente partidista, Biden, sin embargo, hizo un llamado esperanzador en su discurso de que el electorado estadounidense no está interesado en que sus líderes electos "peleen solo por pelear" y que "no hay razón por la que no podamos trabajar juntos".
Hizo un llamado a la unidad y trató de enfatizar la conciliación sobre el conflicto -- más fácil de hacer en el entorno enrarecido de un discurso del Estado de la Unión, aparentemente imposible de sostener en tiempos tan divididos.
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Associated Press contribuyó a este informe.