Los residentes dicen que los indigentes se ven obligados a bajarse de la línea del Metro ahí todas las noches, lo que genera una concentración de ataques violentos en la misma zona.
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El ejemplo más reciente se produjo el viernes alrededor de las 2 p.m. Una mujer caminaba cerca de la esquina de Broadway y Linden cuando pasó junto a un indigente sentado en la acera.
Mientras ella pasa, él se levanta y, con el pantalón desabrochado, se acerca a ella por detrás y le levanta la falda, frotándose contra ella. Luego la empuja al suelo.
"Sólo puedo decir que parecía poseído por el demonio ", dijo Dan McIntyre, quien presenció el ataque. "Tenía una mueca en la cara y su lengua entraba y salía de su boca. Tenía un aspecto terrible".
Después de presenciar el ataque, McIntyre saltó y se acercó al sospechoso con gas pimienta, pero este salió corriendo.
La víctima, Rebekah Pedersen, dijo que vio al sospechoso y se aseguró de caminar a su alrededor. Fue entonces cuando sintió algo detrás de ella, pero no pensó que él la seguía.
"Lo siguiente que sé es que siento que me levantan el vestido", dijo Pedersen. "Lo siento aquí en mi cuello y lo siguiente que sé es que me agarra las caderas".
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"No podía separarme, así que me giré muy rápido para soltarme y luego me empujó al suelo", añadió Pedersen.
Long Beach arrestó al sospechoso poco tiempo después. Fue identificado como Miguel Ávila, de 30 años.
Pedersen dijo que quiere que se haga justicia y evitar que algo como esto vuelva a suceder. Ella dijo que se preocupa por su seguridad y planea obtener una licencia de armas, además de tener un Taser.
"Quiero que ese tipo esté en la cárcel, para que no viole a alguien", dijo Pedersen.
El alcalde de Long Beach, Rex Richardson, dijo que le pidió a la policía que ponga un mayor enfoque en el centro de la ciudad. También busca más ayuda del gobierno del condado para quienes tienen problemas mentales y de drogas.
Richardson habló del asalto en la reunión del concejo municipal del martes.
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"Quiero expresar, en primer lugar, mi solidaridad con la sobreviviente del ataque y mi agradecimiento al buen samaritano que ayudó", dijo el alcalde.
Richardson añadió que la ciudad seguirá enfocándose en las personas sin hogar y la seguridad pública.
Las personas que trabajan en el área dicen que la línea del Metro contribuye significativamente al problema cuando obliga a los indigentes del tren a bajarse en el centro de Long Beach todas las noches.
"Nos parece ridículo que obliguen a todos a bajar de los últimos cuatro trenes cada noche y simplemente los echen a las calles", dijo Joe Harding, residente de Long Beach.
Harding dijo que ha habido múltiples ataques violentos contra trabajadores y residentes de la zona.
"La dueña de la tienda de la esquina fue golpeada en la cabeza con una botella de vodka y le partieron la cabeza con 11 grapas y le rompieron los dientes después de defenderse", dijo.