El sospechoso, identificado por las autoridades mexicanas sólo como un ciudadano mexicano de 31 años llamado Mario, agredió a una sobrecargo e intentó entrar en la cabina para desviar el vuelo a Estados Unidos, según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
El vuelo salió del aeropuerto de El Bajío en León, y se dirigía hacia Tijuana.
La tripulación sujetó al sospechoso mientras el piloto emitió un código de alerta y aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, en el centro de México.
El sospechoso fue entregado a las autoridades al aterrizar. No estuvo claro de inmediato si el sospechoso estaba armado.
El personal de la aerolínea dijo que el sospechoso les dijo que habían secuestrado a un familiar cercano y que, cuando despegó de El Bajío, recibió una amenaza de muerte en la que le decían que no viajara a Tijuana, según la SSPC. El sospechoso viajaba con su esposa y sus dos hijos.
"Todos los pasajeros, la tripulación y la aeronave se encuentran a salvo", dijo la aerolínea. "Volaris lamenta los inconvenientes que esta situación ocasionó. Para Volaris, la seguridad de nuestros pasajeros y tripulación es la máxima prioridad".
La tripulación y los demás pasajeros continuaron su vuelo a Tijuana sin que se reportaran más incidentes.