La alarma se dio poco antes de las 5 de la mañana del viernes en Villafranca de Ebro, a unos 28 kilómetros de la ciudad de Zaragoza. Dos personas permanecían en estado crítico, según las autoridades.
Aún se desconocen las causas del incendio.
Los medios de comunicación locales dijeron que 82 personas habían estado viviendo en el hogar de ancianos Jardines De Villafranca, que se centró en el tratamiento de personas con demencia y problemas de salud mental.
Jorge Azcón, Presidente del Gobierno de Aragón, al que pertenece Villafranca de Ebro (840 habitantes), declaró a la prensa a las puertas de la residencia que se abriría una investigación sobre las causas del incendio.
La prioridad inmediata era trasladar a los residentes que no habían resultado heridos a otros centros, incluido uno en la ciudad de Huesca, a unos 90 kilómetros de distancia.
Volga Ramírez, alcalde de Villafranca de Ebro, dijo a los periodistas que el intenso humo del incendio era probablemente la causa de las muertes.
"Se debe a la inhalación de humo", dijo Ramírez, "no porque se hayan quemado". Dijo que el resto de los residentes del centro habían sido evacuados de forma segura.
El jefe de bomberos de Zaragoza, Eduardo Sánchez, dijo a los periodistas que los bomberos habían extinguido las llamas que procedían de una habitación del centro. Una puerta cortafuegos había impedido que las llamas se propagaran a la otra mitad del edificio, añadió.
En X, antes Twitter, Azcón anunció que todos los actos del Gobierno en la región de Aragón quedaban cancelados para ese día.
El Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, escribió en X que estaba "conmocionado por la tragedia" y expresó sus condolencias a las víctimas.
El incendio se produjo pocas semanas después de que unas devastadoras inundaciones en la Comunidad Valenciana mataran a más de 200 personas y destruyeran miles de viviendas. Las inundaciones han sido la peor catástrofe natural de la historia reciente de España.