Otras dos personas murieron y ocho resultaron heridas en el ataque en la ciudad de León, en el estado de Guanajuato, añadieron las autoridades.
La Santa Muerte suele ser venerada por convictos, drogadictos y delincuentes, junto con otras personas que se sienten excluidas o atraviesan dificultades en la vida.
Aunque no es reconocida por la Iglesia Católica Romana, suele representarse como un esqueleto femenino, y se supone proteger a sus seguidores de la muerte.
Sin embargo, ese no fue el caso para "La Madrina Chayo", una mujer considerada líder de la secta en el estado de Guanajuato, en el centro-norte del país.
Los fiscales no dieron su nombre real, de acuerdo con la ley mexicana, pero el apodo de "La Madrina Chayo" fue utilizado por la curandera de fe también conocida como "Chayito".
Ella, otra mujer y un niño murieron tras ser tiroteados el viernes mientras preparaban la celebración anual de la Santa Muerte.
No hubo información inmediata sobre el estado de las ocho personas, entre ellas dos niños, heridos en el ataque a tiros en el altar de la esquina de la calle.
Al igual que el Día de los Muertos en México, la Santa Muerte se celebra los días 1 y 2 de noviembre.
Los líderes católicos de México han condenado la vinculación de la deidad con la violencia y el tráfico ilícito de drogas.
Vestida con una túnica negra de monja y con una guadaña en una mano, la Santa Muerte atrae a la gente que busca todo tipo de ayuda sobrenatural: desde ahuyentar las malas acciones y llevar a cabo la venganza hasta evitar que los amantes sean infieles y conseguir mejores trabajos. Otros buscan su protección para sus cargamentos de droga y para protegerse de las fuerzas del orden.
Aunque el culto pueda sonar siniestro, las celebraciones anuales en honor de la Santa Muerte son amistosas, con gente que saluda cordialmente a sus fieles y les ofrece pequeños regalos.
Durante años, Guanajuato ha sido el estado mexicano con mayor número de homicidios debido a las continuas luchas territoriales entre cárteles de la droga rivales.