Los manifestantes ya habían instalado campamentos en otra parte del campus hace más de un mes. Sin embargo el miércoles, un grupo empezó a amontonar muebles, volcar carritos de golf y mesas para crear barreras frente al Edificio de Servicios Estudiantiles y la plaza circundante.
También retiraron una fotocopiadora y muebles del interior del edificio para seguir reforzando su atrincheramiento hasta muy tarde en la noche.
El jueves por la mañana, el grupo se había dispersado, pero dejaron daños significativos en el exterior e interior del edificio. Graffiti propalestino cubría muchas ventanas en la planta baja y video del interior mostraban ventanas rotas, más graffiti y escombros esparcidos por todas partes.
Pro-Palestinian protesters barricade building housing president's office at Cal State LA
La oficina de la Presidenta de Cal State LA, Berenecea Johnson Eanes, quien fue nombrada el año pasado y empezó a trabajar este enero, está en el octavo piso del edificio.
Los funcionarios confirmaron que menos de una docena de empleados de la escuela estaban dentro del edificio y se les pidió que se refugiaran en el lugar, pero no dijeron si Eanes estaba entre ellos.
No parecía haber mucha policía del campus, ni agentes de agencias externas, en la zona durante el atrincheramiento. La policía de Los Ángeles le dijo a ABC7 que no se les había pedido que se involucraran.
La escuela se refirió al grupo como "actividad de protesta no autorizada".
Los manifestantes dijeorn que Eanes ha guardado silencio durante unos 20 días, y añadieron que recibieron un correo electrónico de ella esta semana donde sólo reiteró lo que ya les había dicho.
"Estamos cansados de que nos ignoren, así que hemos elegido esta táctica", dijo Vera, un estudiante que protestaba. "Tenemos gente que se ha encadenado a la puerta principal del edificio. No se desencadenarán hasta que la presidenta de la universidad se comprometa a desviar los fondos de la universidad de este genocidio".
Ese manifestante dijo que el grupo no sabía que Eanes supuestamente estaba dentro del edificio, y que no retenieron a nadie adentro, y a los que estaban ahí se les permitió salir cuando quisieran.
En cuanto al daño dejado, Vera dijo que no creen que la propiedad sea sagrada y agregó que la escuela recibe dinero de los estudiantes que protestan pero no tienen voz y voto sobre adónde va ese dinero.
Mientras tanto, las clases permanecerán remotas hasta nuevo aviso y los eventos universitarios programados hasta el viernes han sido cancelados.