Seres queridos y miembros de la comunidad se reunieron el martes por la noche en el sur de Los Ángeles para una vigilia con velas en honor de Sergio, de 33 años, y Ricardo Ríos, de 19 años, dos hermanos que, según su familia, fueron inseparables en la vida.
Sus muertes han dejado a sus familias en completo shock.
"Esto duele mucho. Es muy desgarrador. Mi familia está sufriendo en este momento. Esto es realmente duro", dijo el primo de la víctima, Iván Robles Vela. "Me despierto llorando. Sólo puedo imaginar lo que siente mi tía".
Los familiares dijeron que los hermanos recogían el almuerzo para la familia antes de que los mataran a tiros el sábado por la tarde cerca del L.A. Memorial Coliseum.
Según la policía, Sergio y Ricardo estaban sentados en un vehículo en Browning Boulevard cuando alguien se acercó y les disparó. Las autoridades no creen que el ataque tuviera vínculos con pandillas, pero dijeron que los hermanos fueron el objetivo.
"Tenemos un solo sospechoso que tuvo una conversación con nuestras dos víctimas antes del tiroteo", dijo el capitán de LAPD Michael Lorenz.
El sospechoso huyó de la escena y fue visto por última vez conduciendo un Toyota o Lexus blanco.
Aunque se desconoce el motivo del tirador, los familiares dijeron que los hermanos eran respetados y bien conocidos en todo Los Ángeles.
Sus seres queridos describieron a Ricardo como brillante y encantador, siguiendo los pasos de su hermano mayor como un ávido skater y artista gráfico.
Robles Vela contuvo las lágrimas al reflexionar sobre Sergio, un padre de familia que deja atrás a una esposa y dos hijos pequeños.
"Esto es violencia armada. Las leyes sobre armas deben cambiar. Hagan cambios ahora. Esto le puede pasar a cualquiera de ustedes", dijo.
Se ha creado una página de GoFundMe para ayudar a la familia.