Pero, ¿cuándo es un buen momento para iniciar el proceso de hidratación? Los expertos analizan los signos de deshidratación y lo que ocurre si se convierte en un golpe de calor.
En un día caluroso, esa acumulación que se ve en la ropa de entrenamiento después de correr alrededor del Rose Bowl puede ser un signo preocupante de que el cuerpo se dirige hacia la deshidratación.
"Podemos mirar la ropa mientras se seca y ver que tiene una sustancia blanca, que es sodio y potasio", explica el Dr. Collin Kitchell, de la Clínica Cleveland.
Aunque es posible que no veas el mismo residuo o transpiración en los nadadores, pueden perder hasta un cuarto de galón de líquido durante un entrenamiento de dos horas.
"Por eso son importantes los electrolitos para acompañar al agua libre que estamos bebiendo", dijo.
En condiciones de calor extremo, Kitchell dijo que tanto si se está en el agua como en tierra, la pérdida de líquidos puede producirse rápidamente.
"Podemos perder una gran cantidad de líquido en nuestro cuerpo, libras de líquido con sólo hacer ejercicio durante una hora en el calor. Y tenemos que reemplazar eso, y eso es primordial", dijo.
Los signos de deshidratación incluyen sensación de sed, orina de color oscuro, aumento del ritmo cardíaco, calambres musculares, dolor de cabeza y fatiga.
La deshidratación puede provocar agotamiento por calor y riesgo de insolación, que es cuando el cuerpo no puede regular su temperatura y necesita tratamiento inmediato.
El consejo para las personas que tienen que entrenar en días calurosos: empiecen a hidratarse y a bombear las células de su cuerpo mucho antes.
"Siempre les digo a mis atletas que se están preparando que, en realidad, todo empieza tres días antes de la prueba", afirma Kitchell.
Ya seas estudiante, aficionado o atleta profesional, hidratarse durante un entrenamiento o un partido es demasiado tarde.
"Antes del evento, dos horas antes es un buen momento para empezar a hidratarse de verdad y ayudar con los líquidos, así como durante todo el entrenamiento", dijo.
Bebe de 7 a 10 onzas de una bebida deportiva cada 10 a 15 minutos durante el ejercicio y continúa bebiendo hasta dos horas después para ayudar a la rehidratación.
Si piensas comprar alguna bebida deportiva con electrolitos, Kitchell dice que revises el contenido de azúcar porque no querrás tomar demasiada. Y evita las bebidas energéticas con cafeína, porque pueden aumentar tu ritmo cardíaco y tu presión arterial, lo que puede incrementar el riesgo de sufrir un golpe de calor.