La catastrófica explosión ocurrió en junio de 2021, dejó a 17 personas heridas y dañó decenas de casas y vehículos.
Muchos afectados por la explosión se vieron obligados a vivir en hoteles. Ahora, algunos afirman que se enfrentan al desalojo.
"Estamos muy frustrados porque como pueden ver las casas no han sido reparadas", dijo un intérprete del residente Ernesto Márquez durante una conferencia de prensa el lunes. "Dice que estamos aquí para exigir que a las personas que se alojan en el hotel se les permita quedarse allí hasta que sus casas sean reparadas, y también exigen que la ciudad proporcione viviendas asequibles para todos los inquilinos".
A nadie se le ha entregado documentación formal de desalojo.
Según un comunicado del concejal de Los Ángeles, Curren Price, cuyo distrito representa el área, la ciudad no ha informado al hotel de ningún plan de desalojo.
"El Concejo está actualmente considerando un acuerdo que incluye disposiciones que permiten a las personas tener tiempo suficiente para hacer la transición del hotel", se lee en el comunicado.
"Entendemos la importancia de permitir que las personas regresen a sus hogares y reanuden su vida normal, y estoy comprometido a facilitar este proceso con el máximo cuidado".
Ese acuerdo se discutirá en la reunión del Concejo del martes. El acuerdo cubre alrededor del 90% de los residentes desplazados por la explosión que actualmente viven en hoteles.
¿Qué pasó durante la explosión?
El Departamento de Policía de Los Ángeles admitió su culpa por la explosión, que ocurrió después de que los policías confiscaron una enorme cantidad de fuegos artificiales ilegales e intentaron detonarlos.
El equipo antiexplosivos metió casi 40 libras de los fuegos artificiales caseros más volátiles y peligrosos en un recipiente de contención blindado que tenía una capacidad nominal de sólo 33 libras, según un informe federal. Se suponía que los fuegos artificiales debían detonarse de manera segura en el lugar porque eran demasiado inestables para moverse, pero el recipiente explotó y los escombros cayeron sobre decenas de residencias, negocios y vehículos.
La explosión hirió a 10 policías y siete residentes y dañó 22 casas, 13 negocios y 37 automóviles y camiones. Unas 80 personas fueron desplazadas y algunas aún no han regresado a la zona.
Los investigadores federales dijeron que los técnicos del equipo antiexplosivos subestimaron el peso del material explosivo porque lo midieron visualmente en lugar de usar una báscula, y también ignoraron las advertencias de un miembro del equipo que dijo que el material explosivo debía dividirse en cargas más pequeñas.
Posteriormente, cuatro miembros del equipo antiexplosivos fueron sancionados en conexión con el incidente.
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The Associated Press contribuyó a este informe.