Las crías de pato forman parte de los cientos de huevos fertilizados que se encontraban en un almacén y que estaban destinados a ser cocinados para un plato de comida callejera asiática.
Howard Berkowitz, fundador de The Duck Sanctuary, recuerda que recibió la sorprendente noticia el miércoles pasado:
"Recibimos una llamada de una señora que nos dijo que tenía 60 patitos que habían nacido inesperadamente y se preguntaba si podíamos acogerlos", explica Berkowitz.
"Nos volvió a llamar esa misma tarde y nos dijo que probablemente serían 200".
En realidad, al final resultaron ser entre 600 y 800 patitos recién nacidos.
Los huevos habían estado en un almacén y en principio estaban destinados a ser balut, una comida callejera de Filipinas, Vietnam y otros países asiáticos que se elabora hirviendo huevos fertilizados. Los huevos suelen cocerse alrededor de dos o tres semanas después de la eclosión.
Cuando los trabajadores del santuario llegaron al almacén, unos 350 patitos seguían vivos.
Debido a problemas de salud, sólo quedan unos 90 patitos vivos, de los que se encarga el santuario.
Y el lunes de esta semana, la mujer entregó otros 170 huevos que se espera que eclosionen pronto.
"Estamos haciendo todo lo que podemos en este momento", dijo Berkowitz. "Les estamos dando electrolitos, les estamos dando vitaminas, les estamos dando comida para bebés, les estamos dando agua".
El santuario ya albergaba a unos 400 patos y ahora necesita comida, suministros y ayuda para cuidar a los 90 patitos adicionales, además del nuevo lote de huevos que podrían eclosionar pronto.
"Siempre estamos cambiando las toallas porque no pueden estar mojados, su temperatura tiene que permanecer constante", dijo Berkowitz. "Ayer tuve cinco voluntarios, hoy espero que tengamos más".
También están buscando más voluntarios que ayuden a cuidar de los patitos, así como personas dispuestas a hacerse cargo de ellos.
Las donaciones al santuario se pueden hacer a través de GoFundMe o directamente en el sitio web del santuario.