Los familiares de Hadyne Wilson, de 23 años, dicen que están tratando de entender cómo Wilson terminó en la sala de emergencia de Cedars-Sinai.
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Wilson fue vista por última vez en una moto, o scooter, saliendo de su trabajo en Chatsworth la noche del 29 de septiembre. Su padre dice que sus compañeros de trabajo informaron que ella estaba actuando de manera inusual, y la cámara de seguridad solo ofreció pocas pistas.
El padre de la mujer, Darren Wilson, dice que su hija no tiene historial de problemas de salud mental. En enero, después de dar positivo por COVID-19, la mujer fue hospitalizada y se le diagnosticó con una condición extremadamente rara: psicosis por COVID. Sus síntomas incluían experimentar alucinaciones, escuchar voces, y sentirse paranoica.
"COVID, al igual que otros virus, a veces puede estar asociado con la inflamación del cerebro", dijo el neurólogo Dr. Charles Casassa de Loma Linda University Health.
Él dice que la inflamación del cerebro puede causar una serie de síntomas neurológicos.
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"Incluyendo confusión, convulsiones o incluso psicosis. Y todavía estamos aprendiendo sobre las múltiples formas en que COVID puede afectar el cuerpo", señaló Casassa.
Ahora sus padres se preguntan si Wilson volvió a contraer COVID-19, lo que puede haber provocado más problemas de salud mental. Por ahora, un portavoz de la familia dice que Wilson está siendo evaluada y atendida en el Centro de Salud del Comportamiento (Behavioral Health Center) en Rosemead.
Mientras los médicos intentan determinar qué papel pudo haber jugado la psicosis por COVID, la familia ha creado una página de GoFundMe para ayudar con los gastos médicos de Wilson.
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