PASADENA, Calif. (KABC) -- Algunos han dejado de trabajar por miedo a ser detenidos durante las redadas de inmigración. Una familia del sur de California abandonó su carrito de tamales hasta que su hijo adolescente y su comunidad intervinieron para ayudar.
La vendedora de tamales de Pasadena, cuyo nombre no se ha revelado debido a su condición de inmigrante, dijo a ABC7 que teme por su vida después de que agentes de ICE se llevaron a algunos de sus clientes una tarde.
"Mis clientes corrieron y me quedé paralizada. No salté en mi vehículo ni nada. No sabía qué hacer. Empecé a llorar y llamé a mis hijos para decirles que a mí también me podían detener", explicó en español.
Ahora la única opción de la familia es que su hijo de 14 años, Chris, les eche una mano.
"No creo que los chicos deberían trabajar de lunes a domingo, y levantarse a las 5:30 de la mañana, y tener que venir aquí a vender por lo que está pasando en la ciudad", dijo Alex Murillo, residente de Pasadena.
Murillo, conocido en la comunidad como "Tío Joker", dice que un día vio a Chris vendiendo tamales y supo que tenía que ayudar. Lo publicó en Instagram y el resto es historia.
Rosie López, que trabaja en Pasadena, es una de las personas que le han apoyado.
Sus seguidores dicen que aprecian el esfuerzo del adolescente y su voluntad de ayudar a su familia, pero esperan que en algún momento pueda volver a ser un niño.
"Es verano, deberían estar yendo a parques de atracciones. Deberían estar haciendo deportes, deberían estar haciendo algún tipo de actividad los fines de semana", dijo Murillo. "No trabajando".
Murillo dice que planea vender junto a Chris el viernes, 4 de julio.
La recaudación de Chris se destinará a su familia, y la de Murillo, a un viaje de cumpleaños retrasado a Disneyland.