Doctora recurre a las drogas psicodélicas como método alternativo para tratar enfermedades mentales

En los últimos años, los psicodélicos han surgido como un enfoque alternativo para tratar una variedad de enfermedades mentales, incluido el trastorno de estrés postraumático.

En 2019, la Administración Federal de Medicamentos designó a la psilocibina, también conocida como hongos mágicos, como una "terapia innovadora" para la depresión resistente al tratamiento.

Ahora, una doctora de medicina familiar está en una misión para hacer que este tipo de terapias estén disponibles para aquellos que se pueden beneficiar.

Ketamina. Hongos mágicos. MDMA. Éstas son diferentes formas de psicodélicos.

"Psicodélico se refiere a un compuesto o sustancia que puede alterar nuestra percepción, nuestro estado de ánimo y nuestra conciencia", dice la Dra. April Soto, fundadora de LALIM Health en el sur de Pasadena.

Tras 15 años en medicina de familia, la Dra. April Soto decidió abrir su propia consulta después de trabajar con su propia salud mental.

"De niña sufrí un trauma muy fuerte", explica.

El miedo y el temor le provocaban insomnio. Hablar con un psicólogo y la meditación ayudaron, pero Soto experimentó una curación aún más profunda con la terapia psicodélica.

"He utilizado la ketamina en mi propia vida para poder curarme de cosas que me habían ocurrido", afirma Soto.

Ahora ayuda a pacientes como la instructora de pilates Luisa Frías a reducir su ansiedad.

"Puedes pensar y preocuparte demasiado, y ser hipersensible a las cosas. Y es muy cansado tener siempre ese murmullo en la cabeza", explica.

Un trayecto psicodélico con ketamina puede durar entre tres y cuatro horas. El protocolo recomendado es de tres sesiones.

"Voy y hago preguntas y soy meticulosa a la hora de asegurarme de que es seguro y apropiado para esa persona en concreto. Y luego se programa el tratamiento para otro día", explica Soto.

La ketamina puede administrarse por vía intravenosa o sublingual. Los pacientes se acuestan bajo cobijas. El compuesto accede a determinados receptores cerebrales.

Una vez administrada la ketamina, la Dra. Soto es la guía de Luisa, pero a diferencia de una sesión de terapia conversacional, gran parte de la curación llega a través de la conversación con uno mismo.

"Es un cambio de perspectiva total. Y me di cuenta de que todo lo que necesito está dentro de mí", dice Frías.

Aunque magia es el nombre de una droga psicodélica, no es magia. Soto y Frías dijeron que los alucinógenos son herramientas para ayudar a la gente a conectar con sus emociones.

"Definitivamente, tienes que estar ya trabajando las cosas. Y es importante tener un terapeuta con quien hablar después", afirma Frías.

Por ahora, los hongos mágicos y la MDMA sólo pueden utilizarse en experimentos clínicos, mientras que el uso de la ketamina es legal. La Dra. Soto considera que la terapia psicodélica es un movimiento en expansión.

"Lo que estoy haciendo con la atención primaria junto con los psicodélicos va a ser la norma en unos cinco años", dijo.

No está cubierta por las aseguradoras. Una evaluación puede costar entre $300 y $500 dólares y el tratamiento varía entre 600 y 1.500 dólares. Para Frías, un solo trayecto fue suficiente para darle la perspectiva que necesitaba.

"Sólo quería probarlo y definitivamente ha sido algo que me ha cambiado la vida", dijo Frías.