Surgen nuevos detalles sobre una serie de asaltos a vehículos blindados en Los Ángeles
LOS ANGELES (KABC) -- Surgen nuevos detalles sobre una serie de robos de vehículos blindados en Los Ángeles que aparentemente no pudieron detenerse.
Más de dos años después del primer robo, la mayoría de los miembros del grupo están tras las rejas o muertos.
Los detectives apodaron al grupo los "Bandidos de Chesapeake" porque los investigadores creen que planearon sus atracos en una casa ubicada en Chesapeake Avenue en el barrio de West Adams.
Para Zeff Rocco, un sospechoso que se cree pertenece a los "Bandidos de Chesapeake", un atrevido salto desde el balcón del tercer piso resultó mortal.
Rocco estaba escondido en su apartamento de Reseda el mes pasado cuando un equipo SWAT lo acorraló.
En imágenes publicadas recientemente por la policía de Los Ángeles, se ve a Rocco saltando desde un balcón en medio de un tenso enfrentamiento. Mientras está en el suelo, la policía lo mata a tiros cuando supuestamente intenta agarrar un rifle.
La policía dijo que los oficiales en el lugar encontraron un rifle de asalto, múltiples cargadores de alta capacidad y un chaleco antibalas.
El año pasado, el FBI ofreció una recompensa de $25,000 dólares por información que condujera a arrestos.
Se cree que James Russell Davis y su medio hermano Deneyvous Hobson son los autores intelectuales de los atracos. Después de que las autoridades atraparon a los medio hermanos, se enfocaron en otros miembros del grupo. Uno fue encontrado asesinado en un campo.
El FBI y LAPD armaron un rompecabezas que incluía sospechosos vestidos con monos de pintor, frecuentemente con chalecos antibalas y armados con rifles de asalto y bridas. Los robos sumaron más de medio millón de dólares.
"Los sospechosos operan superando al conductor del vehículo blindado cuando atienden cajeros automáticos o salen de negocios", dijo el FBI en un comunicado de prensa el año pasado. "Durante los robos, los conductores son atados y apuntados con pistolas. Luego entran en el vehículo armado y roban el dinero".
Los crímenes se cometieron a plena luz del día, desde un camión Brinks asaltado frente a un Taco Bell en Reseda hasta cajeros automáticos y cajeros de cheques en el sur de Los Ángeles, Hawthorne e Inglewood.
Davis y Hobson identificaron y estudiaron los objetivos semanas antes de los robos, dijeron las autoridades.
Dos de los sospechosos están muertos y otros tres fueron arrestados. Davis se declaró culpable de los cargos de robo y armas de fuego, mientras que los otros dos sospechosos se declararon inocentes.
