Comienza campaña de deportaciones de Trump mientras México construye nuevos albergues

ByFélix Márquez, Martín Silva y Julie Watson AP logo
Friday, January 24, 2025 3:31AM
Migrantes ingresan a México por el puente fronterizo peatonal El Chaparral en Tijuana, México después de ser deportados de Estados Unidos. (AP Foto/Félix Márquez)
kabc

TIJUANA, México -- Jornaleros mexicanos que dijeron haber sido detenidos mientras trabajaban fueron deportados a México mientras en varios puntos de la frontera con Estados Unidos se agilizaba la construcción de nuevos espacios para albergar migrantes y hacer frente a las deportaciones masivas anunciadas por Donald Trump.

Unos 70 deportados en lo que podrían ser algunas de las primeras redadas de la nueva administración estadounidense llegaron a Tijuana en pequeños grupos a lo largo de unas tres horas el martes por la noche, algunos vestidos con ropa de trabajo llevando bolsas naranjas con sus pertenencias.

Según explicó un hombre a gritos desde la distancia a un pequeño grupo de periodistas, los detuvieron el martes mientras estaban trabajando como jornaleros en Denver, Colorado. Otro migrante dijo haber sido arrestado en Oregón sin dar más detalles. The Associated Press no pudo confirmar de manera independiente sus declaraciones.

La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum confirmó el miércoles que hubo retornos el dia anterior e indicó que las cifras eran menores a las habituales. En 2024, según datos oficiales, más de 500 mexicanos fueron deportados diariamente en promedio a lo largo de toda la frontera. Este mes, solo a través de un punto, Nogales, frontera con Arizona, fueron deportados unos 150 diarios, de acuerdo con datos de los albergues de la Iniciativa Kino.

Pero aunque las cifras todavía no sean inusuales y las cifras de migrantes en la frontera norte son mucho menores que las que había en 2023, México es consciente de que esto no ha hecho más que comenzar y por eso ha acelerado los preparativos del gobierno federal, los estados y la sociedad civil.

En un terreno vacío pegado a la frontera en Ciudad Juárez, junto a El Paso, los trabajadores utilizaban grúas para levantar grandes estructuras metálicas que más tarde se convertirían en refugios.

"Conforme se vayan dando las deportaciones, seguiremos incrementando nuestros servicios como lo van a hacer otras dependencias del estado (de Chihuahua), el gobierno federal, el propio municipio" de Ciudad Juárez, dijo Enrique Serrano, un funcionario estatal encargado de atención a migrantes en esa localidad.

En Nogales se habilitaban centros deportivos para atender a los migrantes. En Matamoros se ampliaban espacios en albergues ya funcionando y al sur de Piedras Negras las autoridades anunciaron que querían habilitar naves industriales vacías para el mismo fin.

Y aunque las promesas de deportaciones masivas de Trump se enfrentan a retos importantes tanto logísticos como económicos, entre quienes trabajan con migrantes hay preocupación. José María García, director del refugio de Tijuana Movimiento Juventud 2000, advertía que las deportaciones desde el norte y la llegada de migrantes desde el sur podrían poner a muchas ciudades fronterizas en una situación delicada.

Sheinbaum dijo el miércoles que los nueve centros federales ubicados en municipios colindantes a los 11 puntos oficiales de repatriación de personas estarían listos en tres o cuatro días.

Estos lugares estarían destinados a mexicanos que nada más llegar recibirían una ayuda de unos 100 dólares para volver a sus pueblos y la posibilidad de integrarse a los programas sociales y de empleo federales. El Ejército y la Marina apoyará en la alimentación y seguridad.

Según explicó Ariadna Montiel, secretaria federal de Bienestar, los migrantes extranjeros, como los que tenían cita para pedir asilo en Estados Unidos pero que fue cancelada cuando Trump paralizó la aplicación virtual CBPOne, serían atendidos en algunos albergues oficiales ya existentes en Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros.

Además, por toda la frontera hay albergues de migrantes gestionados por iglesias o sociedad civil que también intentaban ampliar sus espacios a cualquier tipo de migrantes. Y en la ciudad de Monterrey, varias parroquias estaban dispuestas a habilitar espacios para atenderles, indicó Luis Eduardo Zavala, director de un albergue en esa norteña ciudad industrial.

No obstante, Sheinbaum ha insistido en que el objetivo de México con los extranjeros, tanto los que esperaban cita como los que sean devueltos por la reinstalación del programa "Permanecer en México" -que retorna a los solicitantes de asilo mientras esperan su audiencia en cortes estadounidenses- es primero darles atención humanitaria y luego retornarlos a su países de forma voluntaria.

Enrique Serrano, el funcionario estatal, indicó que "los extranjeros que sean deportados por esta frontera quedarán sujetos a la autoridad del Instituto Nacional de Migración y ellos posiblemente los lleven a la Ciudad de México o a la frontera sur". En los últimos años, el traslado de migrantes del norte al sur mexicano por parte de las autoridades ha sido habitual.

La presidenta enfatizó que también se han iniciado las conversaciones formales con la nueva administración estadounidense con una llamada que tuvieron el martes el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio.

"Fue una muy buena conversación, muy cordial, se habló de temas de migración, de temas de seguridad", dijo Sheinbaum.

Tras prometer un cambio drástico en las políticas fronterizas y de inmigración, Trump empezó por eliminar el lunes el programa de citas por internet para pedir asilo, que proporcionaba cierto orden en las entradas legales a Estados Unidos, y el miércoles, el Pentágono anunció el envío de hasta 1,500 soldados en servicio activo a la frontera.

En Ciudad Juárez, el reverendo Juan Fierro, director del albergue El Buen Samaritano, se preparaba para los cambios ante la expectativa de que se repitiera lo ocurrido en la primera edición del programa "Permanecer en México", cuando muchas personas permanecieran en el refugio hasta tres años.

"En este albergue no tenemos presupuesto, estamos prácticamente al día para poder ir saliendo hacia adelante", dijo.

Su refugio tiene capacidad para 180 personas y puede alimentar a unas 50. Con cifras de migración mucho más bajas durante el año pasado, esta semana sólo tuvo una fracción de ese número y le preocupa un aumento porque espera dar a los deportados un par de meses para pensar si regresan a casa, buscan trabajo en otro estado mexicano o intentan volver a cruzar.

"La gente no va a cambiar de querer ir a Estados Unidos", aseguró.

-------

Silva informó desde Ciudad Juárez. Las periodistas de AP María Verza y Megan Janetsky colaboraron desde Ciudad de México.

Copyright © 2025 by The Associated Press. All Rights Reserved.

Related Topics