La alcaldesa Bass eliminó el toque de queda en el centro de Los Ángeles que impuso durante protestas

LOS ÁNGELES (KABC) -- La alcaldesa Karen Bass eliminó el martes el toque de queda en el centro de Los Ángeles, vigente desde la semana pasada, debido a las protestas provocadas por las redadas migratorias en la zona.

Bas implementó el toque de queda el 10 de junio en respuesta al vandalismo y los saqueos ocurridos durante las protestas contra las redadas migratorias de la administración Trump.

"El toque de queda, sumado a las continuas iniciativas de prevención del delito, ha tenido un gran éxito en la protección de tiendas, restaurantes, negocios y comunidades residenciales de actores maliciosos que no se preocupan por la comunidad inmigrante", declaró Bass en un comunicado.

"Levanto el toque de queda a partir de hoy y, a medida que nos adaptamos rápidamente al caos que viene de Washington, estaré preparada para volver a imponerlo si es necesario. Mi prioridad seguirá siendo garantizar la seguridad, la estabilidad y el apoyo en los vecindarios del centro", añadió.

El jefe de policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, afirmó que el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) mantendrá una fuerte presencia y continuará monitoreando de cerca las condiciones en la zona.

Esto ocurre un día después de que Bass flexibilizara el horario de control y retrasara el inicio del toque de queda nocturno a las 10:00 p.m. en lugar de las 8 p.m. Este había afectado a un tramo de una milla del centro de Los Ángeles.

Los líderes de la ciudad afirmaron que el toque de queda logró evitar más daños en la zona, pero algunos negocios de la zona señalaron que estaba perjudicando sus resultados.

Mientras tanto, el Ayuntamiento de Los Ángeles votó unánimemente el martes para aprobar una resolución emitida por la alcaldesa, que le permitió declarar una emergencia local en el centro de la ciudad.

Si bien el toque de queda ya se levantó, la resolución permite a la alcaldesa restablecerlo según sea necesario.

Las protestas estallaron el 6 de junio después de que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos comenzaran a detener a migrantes en la ciudad. Si bien la mayoría de las manifestaciones se mantuvieron pacíficas, la policía y las autoridades municipales informaron que algunas reuniones se tornaron destructivas al anochecer, con saqueos y vandalismo atribuidos a supuestos "malos actores".

En el quinto día de protestas, Bass declaró una emergencia local en el centro e impuso el toque de queda.

"Esperamos que si la causa de la agitación, que son las redadas, cese, casi puedo garantizarles que el toque de queda desaparecerá", declaró Bass anteriormente.

Se esperaba que las operaciones de control migratorio continuaran esta semana en el sur de California, en medio de las directrices de la administración Trump centradas en las ciudades gobernadas por demócratas electos, al tiempo que se reducían las medidas de control en granjas, hoteles y restaurantes.