Las redadas de inmigración en todo el país han provocado protestas masivas y duras críticas a las tácticas empleadas por las autoridades federales. Un oficial retirado del ICE dice que cuando trabajaba para el departamento, las cosas eran muy diferentes.
"Parece que ahora se han quitado los guantes y hacen lo que quieren", dijo Rubén Martínez, ex agente de deportación del ICE.
Martínez se retiró de la agencia en 2008.
"Nunca llevábamos máscaras, y llevábamos credenciales, y se nos pedía que nos identificáramos presentando nuestras credenciales", dijo Martínez. "Y cuando la gente nos pedía nuestras credenciales, y podíamos dar a quienquiera que estuviera arrestando la documentación de por qué estaban siendo arrestados".
Martínez dijo que, según su experiencia, siempre buscaban a alguien en particular.
"No recuerdo haber participado y haber recogido a gente al azar. Eso no ocurrió bajo mi vigilancia. No me voy a ir diciendo que no ocurrió", dijo Martínez. "Y no ocurrió en Home Depots. Estuvimos en el oeste de Los Ángeles, en Palisades, en Laguna Beach. Se hicieron algunos arrestos en Beverly Hills, y no eran todos latinos".
A lo largo de los años, muchos han denunciado tácticas a las que el ICE se refiere como "artimañas".
"Les mienten a las personas para poder entrar en lugares donde se supone que no deben estar, especialmente en el hogar", dijo Victor Nieblas, abogado de inmigración y profesor adjunto de la Facultad de Derecho de Loyola.
"Hay ciertas normas y reglamentos que deben seguirse en cualquier tipo de acción de aplicación de la ley, y lo que hemos estado viendo es que esas normas no se están cumpliendo", dijo Nieblas.
Nieblas señala memorandos internos del ICE, como uno de 2005 que describe las "artimañas" como una forma de anunciar que buscan a una persona distinta de su "objetivo", o decir que trabajan para otra agencia federal, estatal o local, o para una entidad privada.
"El tribunal dejó muy claro que esas prácticas eran ilegales, y cuando llaman a la puerta, si alguien abre, aunque sea una pequeña parte de la puerta, entran de un empujón sin el consentimiento", dijo Nieblas.
Nieblas y Martínez insisten en la importancia de que la gente conozca sus derechos.
"Creo que es primordial, es crítico que nuestra comunidad entienda, especialmente si están siendo buscados en su casa, que no deben tener una conversación con las autoridades, que no tienen por qué abrir la puerta", declaró Martínez.
"Tienen derecho a permanecer en silencio, y si son detenidos, tienen derecho a hablar con su funcionario consular o con un abogado, y en este caso, esto es lo que recomendaríamos plenamente a todo el mundo", dijo Nieblas.