CHINO HILLS, Calif. (KABC) -- Mientras la mayoría de nosotros sigue jugando a las damas, Landon Castillo, de 8 años, va varios pasos por delante y ya domina el juego del ajedrez.
"A los tres años le enseñé a jugar al ajedrez y nos ganó a los dos y también hacía cuentas de dos dígitos en esa edad", dice el padre de Landon.
Desde muy pequeño, Andrew y Jennifer Castillo se dieron cuenta de que su hijo aprendía rápido y tenía un don para resolver rompecabezas que la mayoría de los niños de su edad considerarían demasiado difíciles.
El pasado mes de septiembre, el niño de segundo grado fue sometido a una prueba intelectual y los resultados fueron asombrosos.
"Me entró curiosidad y le dije: 'Por cierto, ¿qué notas ha sacado en los exámenes?". recuerda Jennifer Castillo. "Y estaba en el percentil 99. No salíamos de nuestro asombro".
El coeficiente intelectual de Landon fue de 159, lo que le sitúa en el mismo rango que el famoso físico Albert Einstein, cuya puntuación se estima en torno a 160.
En mayo, Landon fue aceptado en American Mensa, la sociedad de alto coeficiente intelectual más grande y antigua del país.
"Puede haber actividades de enriquecimiento divertidas que los niños pueden hacer con otros niños que son como ellos", dice Molly Bundschuh, coordinadora de jóvenes de American Mensa. "A medida que los niños crecen un poco, tenemos algunos programas nacionales que pueden ayudarles a impulsar su currículum académico".
Además de Mensa, Landon también se clasificó para el Johns Hopkins Center for Talented Youth, un prestigioso programa entre cuyos antiguos alumnos se encuentran el físico ganador del Premio Nobel Adam Riess y la artista Lady Gaga.
"Es para gente inteligente", dice Landon. "Es un reto y hay que planear las cosas".
A pesar de su inteligencia, Landon sigue siendo un niño de corazón. Le gusta buscar tesoros enterrados, montar en tren y buscar oro en el patio de su casa, un espacio que sus padres crearon para alimentar su curiosidad.
¿Su sueño? Ser astronauta.
"Es una gran responsabilidad, dice su padre. ¿Cómo nos aseguramos de darle todo lo que necesita?".
Por ahora, la familia Castillo se centra en apoyar el amor de Landon por el aprendizaje y en seguir el ritmo de un niño con una mente que un día puede llevarle hasta las estrellas.