El destino del programa ha vuelto a estar en manos de un juez de Texas, quien el año pasado declaró ilegal a DACA.
LOS ANGELES (KABC) -- Después de varias décadas de luchar para proteger a los inmigrantes traídos a los Estados Unidos de niños, la batalla continúa con muchos de ellos ya en la edad adulta.
Sergio Hernández reflexionó sobre su experiencia el jueves como un beneficiario del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, mejor conocido como DACA.
"Empecé a reflexionar y a pensar en el hecho que he tenido cinco permisos en 10 años y el próximo año, tendría que renovar mi permiso", dijo Hernández. "Y la decisión a fin del mes podría hacer que muchas cosas me resultaran desconocidas otra vez".
Sin un camino permanente hacia la ciudadanía en EE.UU., una vida de incertidumbre es una realidad para Hernández y las más de 600,000 personas estimadas inscritas en el programa DACA.
Cuando fue creado por la administración Obama, DACA permitió a aquellos que calificaban solicitar permisos renovables de dos años, tarjetas de seguro social y licencias de conducir.
"Cuando recibí DACA, me salvó porque estaba en un lugar muy oscuro", dijo Hernández, quien se topó con varios obstáculos que no pudo controlar después de graduarse de la universidad, Cal Poly Pomona.
Hernández fue traído a los Estados Unidos cuando tenía solo 2 años. Siempre le echó ganas a la vida, graduándose como uno de los mejores estudiantes de su clase. Aun así, su estatus como indocumentado se interpuso en el camino, pero dice que DACA le dio esperanza.
"Me dio la esperanza de creer que todavía existía una oportunidad para aquel niño que descubrió que era indocumentado cuando estaba en el sexto grado, y que él tenía una oportunidad para continuar soñando y aspirar a hacer lo que sus padres querían que hiciera, y lograr el sueño americano".
Hernández recibió una maestría en asuntos estudiantiles de educación superior. Su último trabajo fue con City Year Inc. ayudando a recaudar fondos para programas del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles que proporcionan mentores a los estudiantes.
Hernández está planeando en obtener un doctorado, pero después de varios desafíos en la corte federal, el destino del programa ha vuelto a estar en manos del juez federal de distrito, Andrew Hanen, de Texas, quien el año pasado declaró ilegal a DACA.
Hanen tiene programado revisar la versión de DACA del presidente Joe Biden que entra en vigencia a fines de octubre.
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