LANCASTER, Calif. (KABC) -- "Estoy enfermo y miserable y emocional en este momento. Quiero justica para mi bebé".
Montise Bulley esta angustiado sobre la muerte de su hijo, Justin Bulley, de 17 meses.
Él bebé murió el domingo mientras estaba en casa de su madre en Lancaster. Los detectives del Departamento del Aguacil del condado de Los Ángeles están investigando la muerte.
Montise afirma que su hijo ingirió la droga mortal fentanilo en casa de su madre y murió.
"Mi hijo tuvo una sobredosis. Se tragó un pedazo de fentanilo que dejaron descuidado por la casa".
Los detectives aún no han confirmado exactamente cómo murió él bebé y están esperando el reporte del forense.
Montise dice que nunca olvidara haber recibido la peor llamada que cualquier padre teme.
"Mi hijo está muerto. Habla que lo tuvo en sus brazos intentando hacerle boca a boca y besándolo. Ahora está muerto en la morgue".
Montise dice que lo que más le duele es que quiera custodia de su hijo y estaba trabajado para conseguirlo. Pero dice que el sistema colocó a su hijo con su madre, dándole solo derechos de visita.
"Ya basta con el dolor, oh Señor. Todo el sistema me ha fallado. Culpo a DCFS. Ellos son el núcleo de esto".
Montise dice que también se culpa a sí mismo, pues cree que hubiera podido esforzarse más para conseguir custodia completa de su hijo. Ahora ya es demasiado tarde.
El Departamento de Servicios para Niños y Familias del condado (o DCFS, por sus siglas en inglés) emitió una declaración:
"Como agencia dedicada a la seguridad y bienestar de los niños, nosotros en el Departamento de Servicios para Niños y Familias del condado de Los Ángeles estábamos profundamente tristes al enterarnos de las recientes muertes de dos niños de Antelope Valley en incidentes separados.
Mientras reconocemos la preocupación del público por los niños que han sufrido lesiones o cuyas vidas se han perdido trágicamente, estamos obligados por las leyes estatales de confidencialidad que nos impiden discutir la posible participación con las familias. Estas leyes están en vigor para proteger a los niños y a las familias de una mayor angustia emocional mientras se tratan asuntos familiares delicados.
Como recordatorio a la comunidad, las sospechas de maltrato o abandono infantil puede ser denunciado las 24 horas al día, 7 días a la semana, llamando a la línea directa de Protección de la Infancia (o Child Protection Hotline, por sus siglas en inglés) al 800-540-4000".