El lanzador Fernando Valenzuela, icono de los Dodgers cuya fama de "fernandomanía" arrasó con todo el béisbol en la década de 1980, ha fallecido a los 63 años.
Los Dodgers confirmaron el fallecimiento de la leyenda en X, publicando "Los Dodgers de Los Ángeles lamentan el fallecimiento del legendario lanzador Fernando Valenzuela".
No se ha dado a conocer la causa de la muerte, pero Valenzuela se había alejado en las últimas semanas de su rol de locutor en español por motivos de salud.
Fernando Valenzuela nació en 1960 en el pequeño pueblo de Etchohuaquila en Sonora, México -el menor de 12 hermanos- y heredó el amor por el béisbol de su padre Avelino, un granjero.
Todos sus hermanos mayores jugaban al béisbol y, naturalmente, Fernando siguió sus pasos.
A los 17 años, Valenzuela comenzó su camino hacia las Grandes Ligas, primero jugando en la Liga Central Mexicana y en la Liga Mexicana de Béisbol.
En 1978, el legendario ojeador de los Dodgers Mike Brito viajó a Silao, México, y vio por primera vez a Valenzuela en la lomita. El joven de 17 años impresionó al veterano cazatalentos, no sólo por su capacidad atlética, sino también por su intrepidez en la lomita.
Peter O'Malley, deseoso de que una estrella mexicana jugara para los Dodgers, pagó 120.000 dólares el 7 de julio de 1979 para comprar el contrato de Valenzuela a Puebla, de la Liga Mexicana, y envió al joven de 19 años a Lodi, en la Liga de California.
Mientras jugaba en Lodi, Brito notó que la bola rápida de Valenzuela no mejoraba y le dijo al gerente general Al Campanis que Valenzuela necesitaría otro lanzamiento además de su bola curva para sobrevivir en las mayores.
En 1979, en Arizona, el lanzador de los Dodgers Bobby Castillo, que se estaba recuperando de una lesión, enseñó a Valenzuela a lanzar una bola curva.
Al cabo de un año, Valenzuela lanzaba la bola de tornillo tan bien como Castillo, y ascendió rápidamente en los equipos de ligas menores de los Dodgers. Luego, en 1981, Jerry Reuss estaba programado para iniciar el Día Inaugural de los Dodgers, pero se lesionó el tobillo y Tommy Lasorda nombró a Fernando Valenzuela, de 20 años de edad, como el abridor del Día Inaugural.
Valenzuela derrotó a los Astros por 2-0 y nació la "Fernandomanía".
La nación conoció el inusual movimiento de lanzamiento de Valenzuela, que miraba hacia el cielo en su levantamiento, y comenzó su temporada de novato con 8-0 y cinco blanqueadas.
La huelga de jugadores de 1981 acabó con parte de la temporada, pero Valenzuela terminó 13-7 con un ERA de 2.48. También ganó los premios Novato del Año y CY Young.
Valenzuela ayudó a los Dodgers a ganar la Serie Mundial de 1981 a los Yankees, pero lo más importante es que ayudó a tender un puente entre la organización y la comunidad mexicana.
La "fernandomanía" no sólo se apoderó de Los Ángeles, sino de todo el béisbol de las Grandes Ligas, ya que dio al deporte un nuevo impulso. Los periodistas esperaban a Valenzuela en cada ciudad que visitaba, las revistas querían reportajes en profundidad y los aficionados llenaban los estadios de béisbol.
Valenzuela no hablaba inglés, era de voz suave en general y una persona reservada, lo que le ayudó a lidiar con la presión del estrellato instantáneo. El chiste era que Fernando no conocía el significado de la palabra "presión".
Valenzuela lanzó 11 de los 17 años de su carrera con los Dodgers, terminando con 173 victorias y un ERA de 3.54. Lanzó su único no-hitter el 29 de junio de 1990, contra los Cardinals.
Tras su último lanzamiento en las Grandes Ligas, Valenzuela siguió lanzando. Su último partido profesional fue en 2006 con Los Águilas de Mexicali.
Se unió al equipo de transmisión en español de los Dodgers en 2003 y pasó los siguientes 21 años narrando partidos para los Dodgers.
Como muestra de respeto, los Dodgers mantuvieron de manera no oficial la camiseta #34 de Valenzuela fuera de circulación. Y la temporada pasada, el 11 de agosto, los Dodgers retiraron oficialmente su número, convirtiéndose en el duodécimo Dodger en recibir este honor.
Además de sus hijos, le sobreviven su esposa, Linda, una maestra mexicana con la que se casó en 1981, y sus hijas Linda y María, así como siete nietos.
The Associated Press contribuyó a este reportaje.