WINCHESTER, Calif. (KABC) -- Una mujer de Temécula se escapó de una terrible experiencia el mes pasado, cuando una donación de juguetes se convirtió en un violento intento de secuestro.
"Pensé que todo terminaba. O iba a morir o me iban a traficar o secuestrar o algo así", dijo Erin Quinn.
Resultó ser un secuestro.
El 18 de diciembre, en Winchester, Quinn pensó que había quedado con un donante para su campaña de recolecta de juguetes. Había llegado a una casa en Memory Lane después de enviar un mensaje de texto a una mujer que dijo ser mayor y no podía manejar.
"Me acerqué a la puerta, dejé el auto sin la llave y me quedé esperando en la puerta intentando que la señora respondiera, pero nadie contestaba", dijo Quinn.
"Así que me fui a mi auto, a punto de entrar, voy a sentarme, y alguien me agarra del pelo y empieza a darme descargas eléctricas en un lado de la cabeza", dijo. "Durante ese tiempo, mi cerebro daba sacudidas, y pensé literalmente que iba a morir o a desmayarme. Una vez que me quitó la descarga eléctrica de la cabeza, me hizo manejar".
Quinn dijo que, mientras manejaba, trató de llamar la atención de los trabajadores de la construcción cercanos y de un caminador de perros.
"Están viendo cómo me da descargas eléctricas, pataleando, gritando, y no hicieron nada", dijo.
La agresora amenazó a su familia si no cooperaba, dijo Quinn.
"En ese momento, ya no luchaba por mí. Luchaba por mis hijos y por mi madre. Tenía que pararla", dijo.
El asalto continuó hasta que Quinn chocó con dos autos. En medio del caos, se defendió y descubrió la identidad de su agresora.
"Llevaba una peluca rubia brillante, se la quité e inmediatamente me di cuenta de que era Olga Méndez", explicó Quinn.
Méndez, exempleada doméstica de Quinn, llevaba cuatro años sin verla. Tras la intervención de un testigo, Méndez huyó, dejando a Quinn maltratada, magullada y confusa.
¿Y por qué la atacaron?
"Voy a pasarme el resto de mi vida tratando de averiguar por qué. Nada de esto tiene sentido", dijo, y añadió que ella y Méndez se habían despedido en buenos términos.
El Alguacil del Condado de Riverside arrestaron a Méndez 10 días después. La mujer de 44 años enfrenta varios cargos, entre ellos secuestro y agresión con arma mortal.
"Espero que la condenen a lo menos 25 años a cadena perpetua después de todo lo que ha hecho. No soy la única persona a la que ha hecho daño", dijo Quinn, refiriéndose al largo historial delictivo de Méndez.
Quinn todavía está procesando el ataque, pero sin seguro médico, ahora se enfrenta a facturas médicas cada vez más altas. Una amiga ha creado una página en GoFundMe para ayudarla a recuperarse y reconstruir su sensación de seguridad.
Quinn hizo una advertencia a los demás: "Hay que dejar siempre el auto cerrado con llave y estar alerta", dijo.