Un niño de 4 años llamado Chosen Morris ha muerto tras dispararse por accidente en la cabeza con una pistola que encontró en el vehículo de sus padres, según las autoridades de Florida.
El "accidente trágico" se desarrolló el viernes por la noche cuando la familia Morris se preparaba para salir a comer pizza, dijo el Departamento de Policía de Davenport.
El padre de Chosen, Robert Morris, estaba en el baño preparándose y su madre, Quinta Morris, estaba usando la computadora en su dormitorio, dijo la policía.
Quinta Morris dijo que escuchó un pop y supuso que sus hijos habían roto algo, según la policía. Ella fue a la sala para hablar con ellos, pero sólo sus hijos de 7 y 11 años estaban allí, dijo la policía.
Quinta Morris empezó a buscar a Chosen y se dio cuenta de que la puerta del garaje estaba abierta, según la policía. En el garaje, encontró a Chosen en el asiento del conductor del vehículo con una bala en la cabeza, según la policía.
Los padres de Chosen lo llevaron rápidamente al hospital, donde murió el sábado por la tarde, según la policía.
Las autoridades creen que Chosen estaba emocionado por el paseo y fue al vehículo a esperar a su familia, y entonces encontró la pistola bajo el asiento del conductor, dijo la policía. Robert Morris es el dueño de la pistola Smith & Wesson M&P del calibre 40, dijo la policía.
"Este es un accidente trágico", dijo el jefe de policía de Davenport, Steve Parker, en un comunicado. "Como padre y abuelo, no puedo imaginar por lo que el señor y la señora Morris están pasando en este momento. Nuestras oraciones están sin duda con la familia Morris mientras sobrellevan esta tragedia desgarradora."
"Es importante que los dueños de armas sepan dónde están sus armas de fuego en todo momento y que, cuando no las tengan en su poder, se aseguren de que están bien aseguradas con algún tipo de candado, ya sea un seguro de gatillo o guardadas en un armario o caja cerrada con llave", dijo Parker a ABC News por correo electrónico.
Cientos de niños se disparan ellos mismos o a otra persona sin querer cada año en Estados Unidos, según Everytown for Gun Safety.
En 2023 se registraron al menos 411 disparos accidentales de niños, lo que supone el peor año desde que Everytown comenzó a realizar el seguimiento en 2015. Según Everytown, el año pasado se registraron al menos 360 tiroteos accidentales contra niños, que causaron 136 víctimas mortales.
En lo que va del año se han registrado al menos 21 disparos accidentales, con el resultado de 11 muertes, según Everytown.